Tierra/Gaia es creadora y destructora, no un recurso para ser explotado o una pupila para ser protegida, ni una madre lactante que nos promete nutrición. Gaia no es una persona, sino un fenómeno sistémico complejo que compone un planeta vivo.
Donna J. Haraway
Acabamos de celebrar el Día de la Tierra y sin dejar de reconocer su simbólica importancia es menester detenernos a reflexionar un poco sobre si realmente estamos siendo conscientes de la responsabilidad que tenemos sobre lo que acontece en la tierra, pues más allá de las buenas intenciones que miles de organizaciones y personas llevan a cabo ese día, parece que para la gran mayoría de la población mundial es un tema que pasa desapercibido o entra dentro de ese cúmulo de actividades que están inmersas en un calendario que se evapora porque al día siguiente el cotidiano nos induce a seguir con nuestras rutinas.
La tierra ha llegado a un punto de quiebre tal que de seguir como vamos hará que sea imposible brindar el soporte de vida que nuestra especie y muchas otras necesitan para vivir. Estamos llegando al punto de no retorno, incluso aunque hoy paráramos nuestra forma de desarrollo y consumo, hay daños ya irreversibles que seguramente nos harán pagar una factura muy cara en los próximos 20 años.
Los datos son escalofriantes, pues de seguir consumiendo los recursos tal y como ahora lo hacemos para el año 2050 las olas de hambrunas y enfermedades derivadas de la precariedad e insalubridad aunado a las violencias sociales que esto ocasionará, brindarán las condiciones para que todas nuestras formas de organización social, económicas y políticas que hoy conocemos se derrumben inexorablemente sin que haya medios eficaces para controlar la debacle.
La inercia del gran capital y la obsesión de acumulación de riquezas que están controladas por muy pocas manos, arrastrarán a la humanidad y a millones de seres vivos a una extinción que se considera será la más rápida que las anteriores 5 extinciones masivas.
Pese a este distópico panorama debemos actuar de manera clara y contundente porque los sacrificios que hagamos ahora no serán nada en comparación de lo que pudiera ocurrir cuando el “sálvese quien pueda” nos llegue a la puerta de nuestras casas.
Hoy, quienes nos resistimos a esta ignominiosa realidad estamos trabajando día a día y noche tras noche para brindar un halo de esperanza para el mundo multi-especie en el cual habitamos. Tenemos que dar un salto de consciencia ya! Tenemos que pensar de otra manera, porque la realidad es lo que sentimos y pensamos, por eso, lo más importante es comenzar a sentir-pensar, es modificar el paradigma a través del cual concebimos la vida y la muerte y romper la ataduras que hoy nos tienen esclavizados a un sistema que basa todo su desarrollo en tener, acumular, dominar y pensar exclusivamente dentro de los parámetros de la lógica cartesiana.
Es momento de terraformar, de dejar de darle tanta importancia al cielo y comenzar a mirar a la tierra como un ser vivo, dinámico que trabaja a través de flujos energéticos en asociación, mediante la simpoiesis que significa “generar-con”; es decir, en colaboración con todos los seres vivos y no vivos que comparten con nosotros nuestro común-habitar en este planeta.
Cuando nuestra consciencia comprende que todo está interconectado y que todo importa y es necesario para que la trama de la vida se sostenga, podremos dar un paso fundamental para dar ese salto cuántico de percepción que hará que podamos construir una nueva relación, donde dejemos de hablar de los universos para comenzar a hablar de los pluriversos, donde dejemos los monoteísmos, los monocultivos, los monopolios, los monos-individualismos en general que el sistema de valores occidentales nos han inculcado para construir epistemologías que no nos permiten acceder a la común-unidad.
La lucha por un cambio profundo comienza ahora, no en el mañana esperanzador que las buenas intenciones nos ofrecen, sino en tomar acción desde nuestras células biosociales que están ahí, frente a nosotros, esperando a que la comunidad se active en la lucha por la vida para terraformar y comprender las redes tentaculares que todo lo conectan. Activen su comunidad, reúnanse para hablar de éstos temas, asistan a encuentros y simposios, participen en marchas y movilizaciones ambientales, es hoy, pues mañana puede ser muy tarde.
T-LÍA. (Texto libre de inteligencia artificial)
Buen Día J. Haraway, me llama la atención tu lenguaje y la manera en que transmites el mensaje de la sustentabilidad. Te comento rápidamente q un grupo de amigos y yo tenemos una propuesta similar a la tuya. Tuve la oportunidad de visitar el Huerto Roma Verde y en especial el área de Lombricultura, déjame te comento pude respirar un aire de Paz y tranquilidad como pocas veces lo he hecho. Me gustaría poder intercambiar ideas y puntos de vista acorde. Comparto contigo q la Sustentabilidad no es solo una moda o pintar las cosas de color verde , sino , realmente una filosofía q reencuentra en cada ser humano su esencia : VALORES , AMIGOS Y FAMILIA. Como equipo…