Por Paco Ayala
La gran mayoría de los medios de comunicación están controlados por los grandes intereses de las empresas multinacionales y de las élites económicas del mal llamado primer mundo que a su vez imponen a los medios periféricos las líneas editoriales de lo que pueden o no pueden informar. Su agenda es clara: no informar nada que tienda a poner en peligro sus intereses políticos y económicos.
Esta forma de manipulación ha existido desde hace mucho tiempo pero nunca como hoy es tan cínico y evidente el uso que hacen del control pues saben muy bien que el sistema está en una crisis de enormes proporciones e intentan evadir a toda costa las consecuencias socio-ambientales que su forma de acumulación de capital y de producción extractivista están ocasionando en un mundo que hoy ya no tiene la capacidad de dotar de recursos suficientes a la población mundial, por lo menos no dentro de sus formas desiguales de distribución de los recursos planetarios.
El sistema trabaja para unos cuantos, la gran mayoría ubicada en un Norte Global que explota y saquea de manera sistemática a los países mal llamados del tercer mundo o en estado emergente, también conocidos como integrantes del Sur Global, pues nos venden la idea de que es posible alcanzar la tasa de consumo que los países mal llamados desarrollados tienen, lo que hoy sabemos eso es imposible y tampoco deseable.
Los medios de comunicación son los grandes aparatos de control que determinan que puedes ver, leer, utilizar para informarte y comunicarte. Son generadores de percepción que distorsionan la realidad para hacernos creer que hay un mundo en orden o, que si bien hay graves problemas, éstos no tienen nada que ver con el sistema de desarrollo económico que existe.
Hay que construir canales de comunicación e información alternativos, por suerte hay esfuerzos muy encomiables que buscan romper el oligopolio mediático y luchan por hacer frente a esta homogeneización de la información.
T-LÍA. (Texto libre de inteligencia artificial)